¿Sabes esa sensación de tirarte en paracaídas? ¿No? Yo tampoco. Pero creo que será algo parecido a lo que siento cuando te veo. Esos nervios que tienes cuando estás a sólo unos segundos de tirarte son los que yo siento cuando me quedan simples horas para verte. Cuando estás en el aire, imagina lo que le pasa a mi estómago cada vez que cruzamos miradas, cada vez que me muestras esa sonrisa, que puede que no sea perfecta, pero.. ¿quién llama perfección a qué? Cada vez que tus manos rozan alguna parte de mí...ahí ya estoy sobrevolando, imaginando cómo será la caída, lo bonito que será volar. Y de repente, saltas y caes rápidamente aunque parezca una eternidad. Una sensación de adrenalina que no quieres que pare nunca, pero que pasa casi sin que te des cuenta.Y es ahí cuando siento tus labios sobre los míos. Esa sensación...mmm.. no sé muy bien cómo describirla. Como cuando un vaso de limonada con un cubito de hielo se acerca a tu boca, roza tus labios y en apenas un segundo se deshace en chocolate caliente. Un beso anhelado, deseado día y noche, que por fin sella nuestros labios, unidos por un sentimiento. Y, finalmente, pisas tierra, aunque tu cabeza siga vagando por las nubes. Lentamente te deshaces del paracaídas, esperando que aunque todo haya terminado, no signifique el fin de una historia. Porque... necesito un final feliz.
xLx
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